Añelo

Cultura descontracturada
En una localidad donde todo queda por hacer (entendiendo esto a la posibilidad de un crecimiento sostenido en el tiempo), consolidar espacios de intercambio social fija bases sólidas en el desarrollo cultural de una población.
Las fija pero no las controla. Entonces podemos diseñar soportes que marquen caminos, caminos que no sabemos del todo hacia donde llevan. Intuyen pero a su vez tienen dudas.
Esta sugerente y buscada incertidumbre nos empuja a pensar lugares dinámicos, poco complejos y apropiables, pensados más para un futuro que no sabemos cómo será, que para el presente que transitamos.
Y entonces un Centro Cultural se transforma en eso, un techo para que sucedan cosas abajo.
Frente a estas inquietudes fijamos nuestra propuesta bajo tres ideas rectoras:
Respetar la identidad
El edificio preexistente nos manda la primera señal, pero es el entorno quien nos da el mensaje más fuerte. Las construcciones bajas y con cubiertas a dos aguas marcan una identidad local, de la cual no nos podemos hacer los desentendidos.
Proponemos una nave central (salón de usos múltiples) casi como una continuación del edificio existente. Una galería vidriada sirve como conector de ambos edificios, conformando un todo que puede (o no) funcionar en conjunto.
Indefinición funcional
Un gran salón de usos múltiples equipado con paneles divisorios, permite absorber las necesidades programáticas de las actividades culturales. Puede ser un gran auditorio, aulas, o talleres, o bien los tres al mismo tiempo. Este gran lugar es apoyado por unos depósitos integrables con paneles corredizos, dotándolos de apoyaturas.
La galería vidriada sirve de nexo entre las edificaciones (existente y nueva), pero también es lugar de uso por su ancho (3.00mts).
Entonces podríamos entender el área vinculada a lo cultural como uno, dos, o tres o muchos lugares.
Un núcleo de servicios (sanitarios y office), articula estos espacios con el área administrativa. Esta también pensada desde la indefinición (proponemos una distribución, puede haber muchas), posee una cubierta plana, destinada a una futura ampliación.
Todo el edificio a través de unos postigos corredizos, se permite integrar, o no, a la plaza de acceso, conformando de ser necesario un gran espacio público entre techos y cielos.
Fachada cultural
Las cualidades del sistema constructivo no permiten trabajar con una fachada modulada. Estos módulos son a veces cerramientos fijos o móviles. Una serie de postigos corredizos permiten vincular los espacios cubiertos con la plaza de acceso.
Entendiendo esto como una oportunidad de estimular las expresiones artísticas, pensamos estos módulos como superficies lisas capaces de ser intervenidas ( a modo de ejemplo) como murales. De esta manera entendemos que el edificio va a tener una fachada cambiante de acuerdo a las actividades y gestión del Centro Cultural.
Una galería de arte a cielo abierto, un telón de fondo para quienes transiten por la calle o estén sentados tomando algún mate en la plaza.

Año 2018
Concurso nacional e internacional
Centro Cultural Añelo